domingo, 27 de septiembre de 2015

Esta es Venezuela Hoy con la gente de siempre.

La Venezuela de hoy.
La gente de siempre.

El viernes pasado, pasando la tarde, acompañaba yo a una entrañable amiga al supermercado (en adelante la llamaremos LA MUJER) . #VenezuelaHoy (el HT que suelo usar) mostraba una larga cola de personas esperando para pagar; había algunos productos de esos que perseguimos hasta en sueños.

Mi amiga había comprado unos productos que se podían pagar por la caja de comida preparada. En eso que nos toca pagar, se acerca un señor (en adelante EL SEÑOR), mayor, ¡vaya que mayor!, lucía que pasaba de los 65, tal vez en su juventud tuvo buen físico porque el guapetón lucía músculos en sus brazos; camisa manga corta a cuadros verdes, subiditos como remangados (a lo jovencito ochentoso pues) pantalón caqui, poco cabello, peinado hacia atrás, lentes en el bolsillo de la camisa.

EL SEÑOR preguntó si podía pagar los productos por esa caja, el cajero le explicó que solo algunos... bastó para encender el botón de la ira del señor, improperios varios lanzó como también lanzó al mostrador los productos con tal fuerza, que las salchichas rebotaron. Maledicencias de las que perdí la cuenta, maldecía al país, al momento. Se notaba que era la comida de la cena y no por ello pagaría poco: un refresco (gaseosa para otras latitudes), un paquete de salchichas, queso, un paquete de pan para perros calientes... tal vez algo más. Yo temí golpeara al cajero, quien lo miraba impávido (gracias a la Providencia sin decir nada en su defensa) también temí por su salud, con honestidad me molestó su actitud. Es que Venezuela...

El cajero indolente.
El cajero tiene instrucciones.
El cajero defiende su trabajo.
El cajero no ve más allá de sus pestañas.

EL SEÑOR insufrible.
EL SEÑOR cansado.
EL SEÑOR dolido.
EL SEÑOR grosero.

LA MUJER, vio la escena y en silencio, sin mucho qué explicar fue a buscar a alguna autoridad del supermercado, la consiguió. Le explicó lo sucedido con EL SEÑOR y le advirtió que estaba muy bravo. El hombre de autoridad le explicó que aquella caja estaba configurada SOLO para algunos productos pero que lo pasaría por otra caja sin tener que hacer la larga cola. Recuerdan que pasaba de 65? Trato de recrear al señor y hasta creo que pasaba de 70.

LA MUJER fue por EL SEÑOR, sin mucha palabra lo guió a la caja, lo ayudó con su cesta. EL SEÑOR aun molesto... no se tornó agradecido, nunca sonrió, reflejaba en su cara el cansancio del país en el que tuvo que envejecer, porque "16 años" se dice rápido pero avisa mucho tiempo. Yo seguía casi silente a LA MUJER

EL SEÑOR, antes de partir nosotras, nos dijo: NO SE VAYAN y sacó de su bolsillo una estampa. Lucía de esas estampas de un rezo... pero en tanto la mirabas te dabas cuesta que no lo era. Es una estampa impresa, escrita de lado y lado, color rosada, en letra negra, digamos Comic Sans Serif tamaño 2, plastificada con plástico duro (del bueno), una historia contada y al final la dirección de un correo electrónico en color rojo (sobre fondo rosado, ya les dije). Sacó dos estampas. Mi vista es buena y vaya que me ha costado leerla.

Salimos del lugar. Como tubo abierto comencé a llorar porque: LA GENTE NO ES MALA, dije (aunque hoy sin emotividad vuelvo a recordar que SI, que hay gente mala, muy mala aquí y allá).

LA MUJER me dio una lección, yo me limitaba a mirar y en el mejor de los casos a contarles hoy.

EL SEÑOR... aun guardo la incógnita de quién es. Si llego a saberlo, porque le escribiré... les contaré.

Esta es Venezuela Hoy con la gente de siempre.


Salvedad: La gente de siempre será la misma pese a los agobios de este y cualquier país, sin embargo Venezuela no está llena de la gente de siempre. Solo debemos identificarla para que... sean ejemplo.

DTA
270915 Un domingo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

BONITO

Bonito es dar paseitos... Bonito es cruzar el PRU, mirar a un lado y ver ese espejo verde-azul, mirar al otro y estás tú... Bonito es sent...